martes, 14 de junio de 2016

No me des pescado. Enseñame a tejer la red.

Foto del recorrido

Nubia

Desde los inicios de su historia, los egipcios codiciaron las riquezas de Nubia, la tierra del oro, situada al sur del País del Nilo. Numerosas expediciones explotaron los recursos acuíferos de la región para engrosar, así, las arcas del Estado faraónico. Lo queda se basa en las leyendas y  desventuras del un pueblo avocado a su desaparición, aunque el que suscribe quede como un antihéroe la visita suele terminar , engañado o perseguido por un perro furioso en un asqueroso y polvoriento zoco para primos y turistas. 

Fotos: Carlos Cou para www.fotografosviajeros.com

 

 

Fin de la leyenda

 

 Nubia es la región situada en el sur de Egipto y el norte de Sudán. Su población se asienta a lo largo del valle del Nilo, entre la primera y la sexta catarata. En la antigüedad fue un reino independiente.
 Nubia mantuvo estrechos contactos comerciales con Egipto desde tiempos anteriores a los de los faraones, exportando al norte los tesoros exóticos del África Negra, marfil, maderas tropicales y esclavos (y luego, también, los preciados enanos que actuarían como músicos).

Tras el fin de la colonización inglesa, Nubia fue separada en dos partes, una en Egipto y otra en Sudán.
Muchos nubios egipcios fueron obligados a reasentarse, debido a las obras del Lago Nasser, tras la construcción de la presa de Asuán. Se pueden encontrar pueblos nubios al norte de Asuán en la ribera occidental del río Nilo y en la isla Elefantina. Muchos nubios viven en otras ciudades, como El Cairo.

foto del recorrido

Un pueblo perdido

 

Esto último, las dos veces que la creación de la presa de Assuan, el terreno donde este pueblo hacía su vida, quedó anegado por el agua. De forma que algunos tuvieron que desplazarse a otras zonas litorales al lago, aislándose del mundo. Su principal fuente de ingresos, es el turismo. El mismo taxista te dejara delante de la puerta de la tienda de su primo.

  Te ofrecerán una excursión al pueblo si acudes a Egipto.

De nuestra visita queda poco que contar, Sí este poblado representa el compendio de personas autóctonas de la zona y que con el paso de los siglos han respetado y continuado con las tradiciones de su pueblo. La Nubia que conocimos esta lejos de las leyendas que venden en las agencias de viaje.
Carlos Cou

 Lo que queda es un mercadillo patético de tahúres y poco artesano, abocado a la generosidad turística en la hay que tener cierta habilidad para zafarse de los agresivos vendedores del zoco ,guías y todo primo que se te acerque .
Fotográficamente hablando es de los sitios que más me entusiasma fotografiar con la cámara analógica pues sus inertes calles , de vivos colores , exijen cierta técnica para manejar formas y volúmenes  . Las gentes del pueblo, especialmente los niños, te asaltan y te hacen sentir protagonista de un momento increíble, sorprende mucho su amabilidad y su felicidad, directamente proporcional al grado de pobreza, que es mucho. En el pueblo, te hacen los famosos tatuajes de Hena.

Se dice que hace mucho tiempo pudo haber un puente a la isla de Elefantina, pero ya no está aquí. Así que a menos que sepas volar, sólo hay dos formas de llegar hasta aquí: en un ferry o en una típica faluca. El ferry, por supuesto, es el más barato, pero bueno, en realidad los que visitamos Aswan somos desde el punto de vista de los lugareños, … gente rica, con lo que el atractivo de la faluca, no lo tiene ni mucho menos el ferry.


El taxista apremia, hay que ir a coger una barcaza para para llegar  a Isla Philae.. Luego seguimos...
toda la fotografía del sitio es propia.
 





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